Esa fue la primera vez que nos dijeron que su leucemia podría ser agresiva y su diagnóstico cambio a:
Leucemia linfoblastica aguda tipo B de riesgo alto.
Eso modificaba su pronóstico, y su tratamiento, ahora había que hacer un transplante de médula ósea.
Durante los meses siguientes seguimos en tratamiento de quimioterapia para entrar en remisión y hacer el trasplante pero no lo conseguimos.
En septiembre de 2020, después de no haber llegado al resultado esperado los médicos decidieron que la mejor terapia para Lucía sería una inmunoterapia muy novedosa llamada celulas Car-t y así fue.
El 15 de diciembre de 2020 nos dieron la esperadísima noticia de que Lucía estaba en remisión y estuvimos de maravilla durante dos meses.
El 15 de febrero, en una prueba rutinaria de control, otra vez vinieron las malas noticias…. ¡Recaída!
Los médicos se reunieron una vez más para buscar la mejor opción para Lucía, y esta era de nuevo, volver a intentar el trasplante de médula, pero para eso había que llegar fuera como fuera a remisión total de la enfermedad..
El primer tratamiento fue una mezcla de quimioterapias brutales que no consiguieron nada.
De ahí, probaron otra inmunoterapia, que le funcionó genial y conseguimos la ansiada remisión para el trasplante.
En mayo de 2021, se hizo el trasplante con mis células madre y todo fue bastante bien, pero en el primer control…. Otra vez malas noticias… Recaída
Ya no había muchas opciones, solo un ensayo clínico en el Hospital de la Paz, otra inmunoterapia de células Car-t dual, pero su leucemia ya había mutado tanto y se había hecho tan resistente que nada funcionaba.